Monday, December 12, 2016

Sinergias - Fernanda Brunet y Yolanda Azul Paulsen

Sinergias


En una palabra, en oposición a la simple mecanicidad del racionalismo, hay que buscar
la racionalidad orgánica de una estructura dada.
Michel Maffesoli



La racionalidad moderna del pensamiento occidental se había construido desde la dicotomía entre el cuerpo y la razón; instauró el deber ser del comportamiento de una sociedad racional. Hoy en la expresión artística hay indicios que afloran de la piel social que da cuenta de que el hombre, en sus prácticas, está regresando a un comportamiento que parte desde el antes de la separación de la razón y el cuerpo.

Yolanda Azul Paulsen y Fernanda Brunet presentan una serie de obras que dialogan entre sí y con el espectador, manifiestan un regreso al origen. Las hacedoras retoman actitudes en el proceso creativo que emergen desde la sinergia entre la razón y el cuerpo; señalan que el hombre contemporáneo se acerca a comportarse desde la unión de estas dos nociones. Esta correlación implica que el mundo de las apariencias, de lo vivido, del sentido común y de la experiencia, toma fuerza para otorgarle al campo de la estética, en el sentido de sensibilidad, un lugar igual al de la razón.

La obra deja entrever que el instinto a partir del cual nace es también pensamiento y que lo sensible es fuerza. Las esculturas de Paulsen hacen hincapié en lo orgánico, como aquello que está vivo, en donde está el brinco al origen: en la naturaleza. Fernanda Brunet apela por referir a lo orgánico, con plantas y flores en la que la expresión y el movimiento florecen, toman sentido en tanto el color y la fuerza se relacionan directamente con el espectador.

Lo que promueve la creación de la obra es el pensamiento instintivo, en el cual la experiencia, la fuerza y los sentidos se agudizan para expresar, en la escapatoria de todos esos discursos instaurados para determinar el comportamiento del hombre, lo más puro. La diferencia entre las piezas promueve la sinergia y el encuentro entre las artistas desde la fuerza de la expresión innata: empatía, unión y concordancia. Por ello, la exposición es un paseo por el silencio, la ternura, la expresión, la fuerza, el movimiento, el equilibrio; está la matriz, la semilla, el origen, la naturaleza, todo eso se capta mediante los sentidos.

Ambas producciones artísticas dan cuenta de aquello que es el hombre antes de pensarse bajo los discursos establecidos, hay un trabajo de rencuentro con la razón sensible.  Según el filósofo francés Michel Maffesoli, el vitalismo es una de las características de las sociedades contemporáneas; aquello que conlleva a un hombre que estando vivo, siente y piensa. Por ello, es a partir de la racionalidad orgánica que la obra presentada toma sentido, porque es el resultado que surge de la organicidad del ser, la supremacía de la razón se nivela con la fuerza de lo sensible.


Natalie Gama Pourdanay


Texto curatorial
Museo de la Cancillería
Octubre - 2016





Monday, March 28, 2016

Agua - Jeannette Betancourt

Agua
El trabajo que Jeannette Betancourt presenta en esta exposición es el resultado de una profunda investigación y preocupación entorno al agua en sus diferentes formas y las implicaciones sociales, políticas y ambientales que se derivan de su uso. Las obras plantean una diversidad de situaciones en las cuales logramos evidenciar nuestro vínculo fundamental con el agua y las problemáticas que se han generado a partir de la era de la industrialización. Cada obra es elaborada minuciosamente con materiales sumamente particulares que contribuyen en sí mismos, a la construcción conceptual de la obra y su carga ideológica.La exposición concibe el agua como un elemento con una enorme capacidad de transmutación que se debate entre las problemáticas geopolíticas, las explotaciones comerciales, la pobreza, la decadencia, la contaminación, el cambio climático y la propia muerte.



Es un acercamiento interrogativo que no busca emitir juicios, más bien estimular  la reflexión sobre este recurso desde un enfoque distinto: el agua como un flujo interconectado a todas las manifestaciones de la vida. Se trata de no sólo preocuparse por la falta de agua, sino de reflexionar cómo las sociedades contemporáneas se relacionan con ella. En este sentido, el trabajo de Jeannette Betancourt se vuelve fundamental: entrecruza las fronteras conceptuales que se tiene sobre esta problemática, sobre las formas tan diferenciadas que hay de relacionarse con el agua de acuerdo a cada grupo social, según sus condiciones naturales.La muestra apela por las implicaciones del agua en el sistema social actual; invita y exige al espectador a posicionarse de tal manera que cuestione su cotidianidad en torno al recurso primario de la vida, a través de la poética de cada obra.



Natalie Gama Pourdanay



Texto curatorial 

Museo de la Cancillería
Febrero 2016