Friday, February 16, 2018

Ernesto Ríos - Constelación ADN

Ernesto Rios
CONSTELACIÓN ADN 
Entretejidos


El impulso creador de Ernesto Ríos versa sobre la producción de un lenguaje derivado del entrecruzamiento de formas y trazos sobre objetos bi y tridimensionales que simulan códigos, signos y símbolos. Su trabajo parte de reconocer la capacidad humana creadora del lenguaje, en la búsqueda de un mapeo que puntualice los diferentes elementos que lo construyen.  

Aproximarse a los signos, símbolos y códigos es indagar en la necesidad básica del hombre por relacionarse con el otro. Los vínculos del lenguaje proliferan orgánicamente por el deseo de comprender, comunicar y crear. El punto de partida del lenguaje es la repetición, el entendimiento y la multiplicación colectiva de los símbolos codificados. Estos se acompañan y se comparten de un soporte significativo dado a través de acuerdos intrínsecos. Así como el lenguaje inicia con la repetición, en el arte la repetición de la línea es la marca de la diferencia y, a su vez, motor del acrecentamiento de todo lenguaje. Ernesto Ríos ha entrelazado su trabajo en sendas exposiciones (Code_of_the_forest y Constelaciones) que muestran la maduración de un proceso de integración de conjuntos, hasta gestar una constelación. 

Del mismo modo en que Ríos busca entretejer lo visual y lo cognitivo mediante el desarrollo una serie de piezas, busca producir una sucesión de exposiciones construida por la integración de la multiplicidad de ellas. Explora la creación de una constelación que, a través de puntos de conexión, propicie esquemas de comunicación. 

La idea de constelación que hila obras y conjuntos, está inspirada en la idea de interconexión, como lo es la estructura del ADN, de ahí la similitud con ésta y la organicidad de las piezas. En otros casos, Ríos da cuerpo a formas arquitectónicas o a helicoidiales que aparentan movimientos de rotación o traslación. De los laberintos cuadriculados transita a los asimétricos y curvos, origina así estructuras que por su morfología apuntan a convertirse en símbolos. La obra despierta la percepción visual y la racional, desde la experiencia del espectador ante un objeto hasta la estimulación que el fuego provoca en el juego de percepciones en un vaivén de tiempo y movimiento. Hay una conjugación de elementos en el bamboleo de impresiones que sugiere la fabricación de un bosquejo simbólico dispuesto a poseer significado.

La obra que Ríos presenta en esta exposición difiere a las anteriores en tanto a la forma, el uso de algunos materiales o a la creación de objetos a los que despoja de su función primaria para convertirlos en algo más. Pero siempre conservando la vocación de producir un lenguaje habitado por códigos. Se trata de la evolución de un proceso fundador que desborda la obra en sí misma. Se convierte en una iniciativa que aboga por la cimentación de un decir, a través de la multiplicidad de conexiones en la imagen que emergen desde la aptitud humana de crear. 

Natalie Gama Pourdanay 
Febrero 2018

Museo UPAEP, Puebla





Tuesday, February 13, 2018

Luciano Matus | Pasajes

Luciano Matus
Pasajes


El papel del conocimiento es explicar lo visible complejo por lo invisible simple.
Jean Perrin

El pensamiento complejo está animado por una tensión permanente entre la aspiración a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista, y el reconocimiento de lo inacabado e incompleto de todo conocimiento.

Edgar Morin

Luciano Matus construye y presenta una idea conformada por múltiples factores que llevan a reflexionar sobre el hombre, su relación con su entorno y su pasado. El tejido que conforma la producción artística de Luciano Matus aboca por vincular y distinguir sin separar. Matus presenta gestos de distinción que despiertan señales de pertenencia, de reconocimiento, que aluden a puntos invisibles de encuentro y que son posibles en el respiro entre la materia y el espacio. Los hace visibles porque crea nexos de identificación por su relación con una cuestión topografía, geográfica, dada por la precisión de la posición que es posible gracias a la cita experiencial con el espectador. Desde la primera experiencia, cuando se activan los sentidos, despierta en quien revisa la obra una sensación de ser y estar en un espacio para después convertirse un ambiente en el que se vinculan los nodos invisiblemente interconectados. Es una red que apela por los recuerdos, los lugares y el encuentro de sí mismo.
Luciano Matus tiene la capacidad de despertar el sentido de la razón y de lo sensible; su discurso y producción escapa a lo evidente por la destreza de provocar una reflexión contextual arraigada al reconocimiento del hombre. El trabajo de Matus otorga conocimiento porque motiva el reencuentro con el pasado, catapulta la imaginación, modifica la concepción del espacio y promueve la aparición de sensaciones desconocidas.
Aproximarse a Luciano Matus significa abrirse a buscar los diversos significados de la obra; requiere tener en cuenta la convergencia de los elementos que la hacen posible, algunos que se remiten a su trayectoria como artista, otros a su discurso, su proceso creativo y su talento; también los que refieren a cómo posiciona una exposición de arte que sacude los límites y las posibilidades de lo común. Tal es la diversidad de su obra que, más allá de aislar sus características, vale la pena proponer un mecanismo de comprensión que sepa tomar nota de la factibilidad de aterrizar ideas complejas en proyectos visuales y discursivos que no sólo apelen un sentido racional, sino que den pie a generar una relación experiencial y cognitiva dada por la interacción entre la obra y quien la percibe; he ahí su complejidad y la imposibilidad de simplificación.
La obra de Luciano Matus exige se aborde desde el pensamiento complejo, poniendo en marcha un pensamiento capaz de tratar, dialogar, y negociar con lo real. De ahí que se hable de un artista sintomático de las sociedades contemporáneas, a las que la filosofía contemporánea se refiere cuando surge un comportamiento disímil, en el cual los rasgos de conductas que dan cabida a los sentidos, en un mundo de heterogeneidades en el que es imposible determinar un pensamiento completo. Por lo tanto, hay que partir desde el principio de reconocimiento de la correspondencia constante entre lo causado y lo causante.

Más allá de una revisión de la complejidad del imaginario cognitivo del artista, la exposición Pasajes propone un recorrido por la memoria, contar historias que remitan al hombre a reflexionar sobre la confluencia y a entender que, para que exista una pregunta, una acción, un pensamiento o un acontecimiento es innegable la multiplicidad de componentes milenarios que coexisten. En este sentido, se está ante un artista contemporáneo con la destreza de percibir la heterogeneidad y la complejidad del tejido social y humano. El despojo de fronteras, el acortamiento de distancias, la rapidez y la saturación de hoy requieren situar el contexto. Así, la urgencia de encontrar nuevas nociones capaces de concebir y de comprender cómo funciona esa búsqueda permanente por comprender y encontrar una explicación. Acercarse a la obra de Luciano Matus es permitirse abrir posibilidades para comprender esa urgencia de Pasajes.

Natalie Gama Pourdanay

Febrero 2018
Museo de la Cancillería







Francisco Larios | Xochitenpayo - De la línea a la tierra


Francisco Larios

Xochitenpayo 

De la línea a la tierra

Recorrer la obra de Francisco Larios es dejarse llevar por los trazos de un replanteamiento sobre la Tierra y el lugar que ocupa el ser humano en ella. El proceso creativo de Larios está arraigado a la consciencia sobre la situación del hombre en el planeta, tiene una postura que converge en una serie de concepciones sobre la relación y el impacto del hombre con la tierra, consigo mismo y con su inherente aptitud de cuestionamiento. Larios ofrece objetos catalizadores de sensaciones capaces de evocar la cualidad del hombre de religarse a lo sagrado y de escaparse de la tangibilidad de sí mismo. 

La obra de Larios alude a los grandes jardines, que han acompañado al hombre a lo largo de los siglos, se han convertido en lugares sagrados, con una función intempestiva de reflexión, reencuentro e introspección. Xochitenpayo es el nombre náhuatl que se la da un muro verde vertical, como una muralla, al que Larios refiere para enfatizar la posibilidad que marca límites, el trazo es la pauta de la diferencia entre lo sagrado y lo profano. Si el jardín se piensa como sagrado, lugar disímil a lo profano, entendido como lo real, entonces es el espacio delimitado específicamente concebido para que el hombre se permita imaginar, idear, cuestionar, buscar más allá y niegue su propia finitud, de ahí que se vuelva un espacio sagrado.

No es coincidencia que el soporte de las obras en las que se perciben líneas en alusión a huella de cuando se divide la tierra en las parcelas, estén hechos con hoja de oro para resaltar el vínculo entre el valor y el sitio topográfico del hábitat. Una valía dada no sólo por una cuestión de ocupar, sino por un aspecto de sobrevivencia: es la tierra que provee la vida. Tampoco lo es el dibujo que distorsiona la geometría y construye formas disímiles en referencia a una cuestión política y social por la distribución desigual de las tierras. Ni que las estructuras algunas veces simétricas y muchas otras asimétricas apunten a reconocer la impronta de hombre en la naturaleza, la incuestionable y obligada relación de éste con entorno. En la obra, los trazos, los materiales, el recorrido de las líneas, los puntos de encuentro y el volumen, son la huella de un homenaje que el artista hace a la tierra con una intención de provocar el regreso a ella, a mirarla y cuidarla.

Una característica esencial del siglo XXI es la abrupta cantidad de información, objetos, alimentos y productos que han provocado, para su producción, una importante disminución y degradación de los recursos naturales. Es por ello que las condicionantes de la vida contemporánea, sobre todo, en las metrópolis, sea la distancia entre comprender cómo estamos provistos de todos esos objetos y materiales que constituyen la ciudad y la realidad de cómo las industrias funcionan para producirlos. Así, la obra de Larios toma fuerza al provocar mirar hacia atrás, hacia delante, en la búsqueda del reencuentro con el planeta, con quienes somos y fuimos. Entonces, más allá de sólo apuntar a un retorno al origen, se trata de pensar en una revisión de la postura del hombre con el planeta, consigo mismo y en cómo en nuestra historia convergen la necesidad intrínseca de la metafísica: más allá de la naturaleza.


Natalie Gama Pourdanay

Zona Maco 2018
Galería HeartEgo