Friday, July 10, 2020

ETHER - Alejandra López Yasky

ETHER


Alejandra López Yasky




ETHER es una exposición que reúne una selección de obras de Alejandra López Yasky  (Hermosillo, México, 1973) pensadas para el Museo de Cancillería. La intención es fomentar una experiencia de inmersión, plena de interrogantes, hacia el misterio del cosmos. ETHER es un término de referencia que el campo de la Astronomía utilizó a finales del siglo XIX para describir el espacio a través del cual viaja la luz. Se pensaba que el ether o luminiferous aether era el fluido común a todo el Universo donde los astros flotaban, en la convergencia del espacio y el tiempo. 


La pintura ha sido la vía principal de expresión de la investigación de la artista. Su búsqueda se desarrolla con el soporte de conceptos e imágenes de divulgación científicas de varias épocas, se enfoca en la relación entre el ser, su psicología y el Universo. Se ha convertido en la herramienta visual, instructiva y cognitiva para la exploración y comprensión del ser humano como íntegro del cosmos. Cada obra parece contener un campo de fuerza, del espacio sidéreo: nebulosas, galaxias, astros, supernovas y energía obscura se yuxtaponen tomando nuevas formas en una simulación donde la misma fuerza de atracción que rige las leyes universales del orden cósmico queda retratada. Visualizar el universo es un viaje en el tiempo, como si viéramos el pasado a través de un telescopio, López Yasky lo pinta en formatos circulares.


Su trabajo abre la posibilidad de remitir a las preguntas iniciales del ser humano, a las grandes incógnitas promotoras del conocimiento milenario, muchas de las cuales siguen sin respuesta. Rememora el perenne cuestionamiento sobre la humanidad y el espacio cósmico del que somos parte. Detona la posibilidad de pensarnos inmersos y partícipes de un cosmos cada vez más conocido pero que arroja más y más interrogantes. Provoca la remembranza de la singularidad del ser humano ubicado en un planeta en el espacio como uno más entre infinitos elementos. Invita a generar nuevos mecanismos reflexivos que inspiren a ver que las circunstancias actuales que hemos creado como humanidad exigen la necesidad de encontrar nuevos parámetros capaces de generar nociones de existencia distintas.



Natalie Gama Pourdanay

Enero, 2020.











El ser etológico - Damián Suárez

El ser etológico

Damián Suárez



Damián Suárez presenta en esta exposición el último trabajo que ha desarrollado con obra bidimensional realizada con hilo prensado sobre madera, técnica que lo ha caracterizado a lo largo de su trayectoria. La exhibición está compuesta por tres instalaciones de gran formato construidas por quince piezas. Construye un espacio atmosférico de luz y color capaz de proveer al espectador un sin fin de posibilidades de relacionarse con la obra. 


La búsqueda de Damián Suárez radica en retomar los sistemas recurrentes de la simetría, desconfigurarlos e incorporar nuevos esquemas a través de la reconstrucción de las formas al prensar hilos al prensar hilos de diversos colores y cualidades. Codifica un discurso en el que la rigurosidad de la simetría, que lo había mantenido cercado durante el desarrollo de su exploración, fuera alterada en un juego de balances y armonía entre los colores y las formas. 


A partir de este principio, El ser etológico surge de un trabajo de investigación sobre el comportamiento del ser y su relación con su entorno. La obra está formulada para activar la sensibilidad del espectador para relacionarse con la imagen a través del dinamismo de los colores, del brillo, de las texturas y las formas. El despertar de los sentidos se posibilita gracias a las diferentes perspectivas en las que es posible aproximarse a la obra. La incidencia de la luz y la orientación visual modifican la vibración de la imagen. Ello provee un fin de posibilidades de interacción entre la obra y el espectador, lo que supone en sí una representación de Op-art.


Damián Suárez propone que se dé una relación entre el espectador y su medio a través de los sentidos. La configuración del espacio, la selección de la obra y la realización de la misma, están específicamente elaborados para crear un ambiente en el que el observador se vuelva partícipe de una experiencia sensorial y ello, posibilita nuevas relaciones entre el ser y todo aquello que se encuentra fuera de él. 



Marzo, 2019.

Natalie Gama Pourdanay











Territorios de la memoria - MAM



Frente a las fragmentaciones del campo social, a la dislocación entre nuevos clanes, tribus y grupos sociales en los que las relaciones económicas, culturales y profesionales ya no funcionan como factores de unidad durable, nuestras redes tradicionales de compresión se han vuelto notoriamente insuficientes. (…) Resultaba urgente, por lo tanto, una “nueva apuesta“ teórica (…) una manera de aproximarse a lo real en su más fluida complejidad, de trazar una topografía del azar y lo incierto, de seguir las líneas de fusión y efervescencia de lo social, y de percibir el rumor amortiguado de las redistribuciones de la vida colectiva.


Michel Maffesoli


La misma tierra, de donde todo nace, es femenina
en su inmensa fecundidad inalcanzable.  


María Zambrano




Los artistas que brotan del conjunto social son sintomáticos de cómo una sociedad se piensa y se comporta. A lo largo de los siglos se han erigido pilares de saber que han tenido la tarea de pensar al hombre a través de su comportamiento, que han ido de la mano con las instituciones sociales. Las expresiones artísticas han sido correlato del devenir del hombre; han sido proyección de los sustratos del imaginario simbólico que sostiene y modifica al hombre mismo. La Historia del Arte se construye como la rama encargada de leer las expresiones artísticas en función a su comprensión. 


Asumir el cambio es asumir la gestación de nuevos discursos, de nuevos medios de aproximación al arte, a la estética; a la interpretación de valores y a las formas de relacionarse con otras características y modos de pensar. Si partimos de esta idea y del supuesto de que los parámetros que se habían establecido por la Historia del Arte, se están tambaleando, podemos llegar a generar un pensamiento que se diversifique, dando entrada a otros estatutos. Es en los fenómenos sociales en donde las prácticas artísticas tienen lugar. El arte es un campo fértil de análisis de las integrantes de la socialidad: en la medida en que su comportamiento indica la caducidad de las grandes certidumbres y valores a partir de los cuales el comportamiento y las mecánicas de relación social se han marcado


Probablemente, la respuesta para tener un mundo mejor esté en lo femenino y no porque las mujeres lo merezcan por el arrastre de la historia de la lucha géneros, sino porque es lo femenino la madre de la Tierra. No se trata de adjudicar la devastación del planeta y de los seres humanos a un género, somos todos los que instintivamente destruimos el espacio que habitamos cuando buscamos crear condiciones de comodidad. Aunque demos cuenta, lo intempestivo del transcurrir de nuestro tiempo en vida promueve olvidar la importancia de las condiciones externas como el planeta y las mecánicas de la convivencia de la sociedad misma. Este olvido, ha llevado a que la devastación irradie de tal manera, que ese bien-estar buscado, se corrompa. 


En lo femenino está el origen: el vientre de gestación de todo lo que somos radica en lo femenino, la madre naturaleza. Como apunta María Zambrano, la mujer, como madre siempre está al comienzo de la vida individual “(…) en los momentos en que las entrañas de la historia se conmuevan al dar nacimiento entre angustias y sangre a un mundo nuevo, la mujer se eleva socialmente a esta suprema categoría de madre: madre de un pueblo, de una época, como es madre a diario de un hombre.”  Por más que el origen corroe la concepción del tiempo, el origen de la vida está sucediendo todo el tiempo, constantemente, en el olvido de ello, mora un dejo de desprecio a la madre, al lugar que habitamos y al entorno en el que nos desarrollamos. 

Pareciera que la memoria es nula, que no tiene tiempo, de ahí que hemos buscando con documentos forjar el archivo de la historia de la humanidad. No es coincidencia, se olvida. Ponderar los grandes logros y descubrimientos de la humanidad no ha sido la respuesta para dar cuenta de la importancia del cuidado del presente. En la incesante construcción de nosotros a través de la formación del discurso de lo que ya pasó, llámese Historia, no está en la memoria que la historia es la idea del pasado de un tiempo que ya pasó y que tendemos a descuidar. Pensar en el futuro ha sido una tendencia a pensar en lo imposible, como si superamos que ese ideal siempre sería una utopía. Así, el devenir de nuestra existencia tiende día a día a la catástrofe de nuestra existencia. La proliferación de los seres humanos cae en la devastación cuando son sólo unos cuantos, esos que gozan de la comodidad buscada. El presenteísmo ha olvidado que en la aceptación de la madre, del lugar de origen, está el camino para que los ideales se conviertan en realidades. Hay una naturaleza, instintiva, en el planeta Tierra que permea los seres vivos de cuidado, de sobrevivencia que está en lo femenino. Desde un contexto natural, la mecánica de eso femenino, como aquello capaz de proveer vida, está condicionada a cuidar, a vivir. Y aún, siendo los seres humanos producto de ello, hemos sido capaces de devastar. La conciencia de un estado febril en el que la vulnerabiibdad afecta todos los estratos sociales seguimos olvidando y buscando comodidades efímeras. Como si buscáramos escapar de la realidad de nuestra existencia. Probablemente, no entenderla es motivo para no pensarla. Por eso, cuando están ahí presentes, estos objetos de arte atiborrados de ideas capaces de provocar una toma de conciencia y más allá, que proveer una plataforma de herramientas, vale la pena rescatarlos. Cuando se han otorgado las posibilidades de generar pensamiento, tal como lo decía Michel Foucault, es cuando habrá que aprovechar para hacerlo. 


No es coincidencia que las obras de Manuela Generali, Patricia Lagarde, Laura Anderson, Aneta Grzeszykowska, Marisa Raygosa se presenten la final de la exposición Territorios de la memoria. No es coincidencia que la muestra esté pensada para que en ese final, esté el inicio de una nueva Historia y ello, radica en obra realizada por mujeres y que además, todas ellas convergen en la idea de gestar. En la gestación está la esperanza, la ilusión de lo nuevo. Y eso nuevo, eso que todavía no existe es la presentación de oportunidades factibles sobre un devenir que cambie la mecánica que nos caracterizado. Que sepa apaciguar la violencia, encontrar en el balance la capacidad de reconstruirse una y otra vez en un afán interminable de estar aquí. De habitar ergo de vivir. La finalidad no deberá entonces depositar la esperanza en eso que nace, sino en el trayecto en un “barco” en un “dirigible” -en lo que sea necesario- para que esa reconstrucción sea constante. Y esa permanencia es lo que dará lugar a que el trayecto, se convierta en el devenir de nuestra existencia. Un equilibrio entre géneros, un lugar otorgado al cuidado de la existencia es quizá una de las respuestas hacia el camino de un bien estar alejado de toda utopia. Regresar a ponderar el instinto natural de la existencia, aunada a la conciencia del espacio habitado, encontraría, en todos los casos, una variable o muchas. 


Habría entonces que despojar criterios de marginalización, integrar la heterogeneidad que caracteriza a la humanidad, ampliar los juicios de valor, buscar nuevas mecánicas de integración, encontrar otros esquemas de espiritualidad, mejorar las dinámicas de la sociedad. Crear un discurso heterogéneo, no lineal, que provee elementos discursivos útiles para hacer una lectura desde una perspectiva transversal, desde un pensamiento complejo en el sentido en que se integren las diferentes formas de pensar y actuar. Y ahí, la relevancia de tomar en cuenta el campo de la creatividad en la que mora el que-hacer artístico, la poesía, la literatura, la música. La participación voluntaria resulta en una experiencia que inicia con el proceso de reclutamiento de la relaciones sociales; de ahí, el vínculo social otorgado desde otros fundamentos. Pensar desde un pensamiento complejo, pone en marcha un pensamiento capaz de tratar, dialogar y, negociar con lo real ello implica pensar desde lo femenino. De ahí que se hable de artistas sintomáticos de las sociedades actuales, como lo que se presentan en esta exposición, a las que la filosofía contemporánea se refiere cuando surge un comportamiento disímil, en el cual los rasgos de conductas que dan cabida a lo sensible, a lo femenino, la creatividad, en un mundo de heterogeneidades en el que es imposible determinar un pensamiento completo. Por lo tanto, hay que partir desde el principio de reconocimiento de la correspondencia constante entre lo causado y lo causante. Ello podrá poner en marcha un devenir que difiera a lo que hemos construido para encontrar formas dóciles e integrarles en tanto a las relaciones sociales y a la manera en la que percibimos y habitamos el planeta Tierra. 


En este sentido, estamos frente a un grupo de artistas con la destreza de percibir la heterogeneidad y la complejidad del tejido social y humano. El despojo de fronteras, el acortamiento de distancias, la rapidez y la saturación de hoy requieren situar el contexto y ello dará cabida a apelar por lo femenino en un afán de abordar las diferentes problemáticas sociales que se acompañen desde otro lugar para propiciar un cambio paradigmático. Habrá que integrar elementos que pertenecen al campo de lo sensible, tales como el cuerpo. Lo sensible en tanto lo que radica en el mundo matérico; todo aquello tangible que va desde el campo de las pasiones, de lo emocional, del mundo, de las imágenes, de las apariencias, de la naturaleza, de todo lo externo que es perceptible por los sentidos. La sensibilidad remite al cuerpo; es el cuerpo el que al posicionarse como tal a partir de lo experiencial se relaciona con el mundo para encontrar la reconciliación entre lo pragmático y lo afectivo. Pensar lo femenino, en ponderarlo está la relación con pensar en el cuerpo desde un replanteamiento de lo que es el ser humano y de ahí conjugar una noción de pensamiento que propicie la importancia de la vida en su entorno social y real. Hay que contemplar el mundo, en el sentido de verlo, percibirlo, apreciarlo, cuidarlo. Ese puede ser el camino para encontrar las urgentes formas de integración social para desembocar un estado de bien estar. Un estado que sepa apaciguar la violencia sin ejercer el poder, de otorgar el conocimiento desde la educación y no controlar desde el conocimiento, que sepa entender la igualdad de genero desde la integración y no desde la diferenciación, acoger al ser como el nómada que siempre ha sido para incorporar lo disímil y semejante. Necesitamos generar un modo de pensamiento hábil de comprender los procesos de interacción entre todos los entrecruzamientos que suceden en las sociedades contemporáneas. Resulta imperativo rehacer los mapas de lo imponderable. Es ya insostenible apelar por los viejos remedios caseros que nos han acompañado como paliativos para males de otros tiempos.

Junio, 2019

Natalie Gama Pourdanay


Este texto fue escrito para la exposición Territorios de la Memoria 

inaugurada en el MAM en junio 2019 y no fue publicado.







 

P A R T E A G U A S - Pilar Goutas


P A R T E A G U A S 

Pilar Goutas


Parteaguas es el punto de partida del quehacer artístico de Pilar Goutas. En él denota un proceso constante de transferencia durante el acto creativo. Es el espacio o el instante que separa lo precedente de lo consecuente. A través de la construcción de personajes surreales y de la creación de un lenguaje, propone una resignificación de los paradigmas y de la concepción del ser. La transferencia de ideas, emociones y nociones que Goutas realiza hacia un objeto de arte, es la propuesta más profunda en expresar que desde la división, la proliferación de la existencia es infinita.


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Parteaguas es el punto de partida del quehacer artístico de Pilar Goutas, en él denota un proceso constante de transferencia durante en el acto creativo. Es la línea divisoria entre un momento y otro, entre un territorio, una imagen, idea o concepción con otra. Es un hecho, un instante que separa lo precedente de lo consecuente. A partir de ello, su trabajo emerge desde la personificación de una figura hasta la gestación de un lenguaje cuando sugiere la resignificación de los paradigmas y de la concepción del ser.


Los personajes son el resultado de un recorrido de mutaciones de lo previo a lo nuevo. Culminan como únicos, característicos de sí mismos representan la factibilidad de la reconstitución de sí, para encontrarse en una dimensión solemne en donde es permisible ser. Ponderan la posibilidad de todo rompimiento de fronteras, de todo margen determinado u origen establecido. Son la expresión de la inclusión de lo heterogéneo, de lo inexistente para hacerlo evidente, de lo que hay allá y de lo que puede haber aquí. Porque el parteaguas de quien somos, radica en nosotros. 


Pilar Goutas transfiriere emociones desde el ejercicio del decir a través de la escritura. La escritura como un lenguaje pleno de códigos y símbolos que se vuelve descifrable cuando se percibe como gesto. Es la gestualidad de su trabajo, la que empuja, motiva un antes y un después para llegar a la resignificación de, más allá de los procesos de comunicación, nociones, conceptos ideas y sensaciones. La intensidad de las fuerzas que unen las líneas están desprovistas de un orden puntual. La escritura despojada de toda lectura formal descubre un lugar en donde se posibilita otorgar. La obra se convierte en el territorio inexplorado donde se logra construir, idear, crear e imaginar toda inclusión de nosotros como seres vivos con los otros y con el mundo.


Pilar Goutas presenta un acto transitivo, resultado de interminables emociones e ideas que rodean todo acontecer de una atmósfera evocada desde sus intensidades. Desde la escritura y lo gestual, hasta la encarnación de seres surreales, está marcada la enfática pulsión de plantear un reposicionamiento, una reasignación de lo que somos, de cómo sentimos y de cómo podemos transformarlo. La transferencia creativa hacia un objeto de arte o figura mítica, es la propuesta más profunda en expresar que desde el parteaguas, la proliferación de la existencia es infinita.

    

Mayo, 2019. 

Natalie Gama Pourdanay





Ernesto Ríos - Constelaciones II

Ernesto Ríos


Constelaciones


El desarrollo del trabajo de Ernesto Ríos está fundado en una profunda investigación que versa sobre varias temáticas como los elementos laberínticos de la mitología griega, los caligramas, la sucesión de números Fibonacci, los virus digitales, la geometría sagrada, los lenguajes encriptados y los rituales antiguos, como la piromancia. Ello lo ha llevado a crear una multiplicidad de obras y variantes que han ido proliferando. El crecimiento continuo de su trabajo lo ha dirigido a la creación de constelaciones pictóricas y a un atlas estelar, personal, en donde los trazos y los puntos de conexión apuntan a un que-hacer rizomático.


El pensamiento rizomático fue acuñado por los filósofos Félix Guaratti y Gilles Deleuze cuando propusieron que el conocimiento crece y se expande de manera orgánica según diversos puntos de conexión, mismos de lo que se desprenden ramificaciones que se van conectando con otros puntos y así sucesivamente. Es así como tanto la obra como el proceso de investigación de Ernesto Ríos se ha ido desarrollando a lo largo de su trayectoria. 


Este libro presenta las diversas series que el artista transdisciplinario ha creado, algunas de las cuales han sido parte de exposiciones como Code_of_the_forest, Constelaciones y Constelación ADN. Algunas otras están en proceso de gestación. Aunque todo proceso tiende a tener un inicio y un fin, la particularidad del trabajo de Ríos es que un objeto, una obra, una idea siempre está conectado con otra pieza ya existente o por existir. Imposible decir que este libro culmina un grupo de exposiciones o una serie, sino funge como un compendio que se hace posible conocer parte del tejido rizomático de Ríos. 


La obra de Ríos muestra los trazos, las líneas, los laberintos, los códigos y los símbolos que  son parte de la estructura central de su pensamiento. Es decir, son engranajes que pertenecen a suerte de meditación orgánica en constante perfeccionamiento.  Por eso, Ríos no descansa con una obra pictórica como son los óleos negros, azules o de colores púrpura en honor a Dionisio (dios del vino en la mitología clásica), o las esculturas realizadas con cerillos, sino busca constantemente cómo materiales y medios deben de ser parte íntegra de la expansión de su trabajo, de ahí la fotografía, el dibujo, el video, el net art y el arte interactivo.  No es casualidad el uso del fuego que nace de su interés por la piromanía en afán de crear sensaciones en el juego de percepción a través del movimiento; o el uso de tecnologías digitales para convertir a través de un teléfono o tableta, una obra bidimensional en una animación de realidad aumentada que da la ilusión de moverse y ser tangible en una tercera y cuarta dimensión. 


Entonces, se pretende mostrar esa parte que ya existe del trabajo de Ríos en una búsqueda de posicionarse como un punto más de conexión. Con el tiempo generara líneas de encuentro que se irán uniendo en una constante proliferación de obra, imágenes e ideas. Así, Ríos se convierte en un hacedor de su propia imaginación que infinita como rizomática, tanto el espectador como él mismo siempre estará en aras de ser descubierta.



Natalie Gama Pourdanay

Septiembre, 2018.










Ensayos del colapso- Omar Torres

Ensayos del colapso


Omar Torres



La extraña relación que existe entre las emociones y los objetos descubre un lugar donde habitar en la obra de Omar Torres; toda correspondencia entre unas y otras llega a lo sublime en un encuentro instantáneo convocado por el cierre del obturador. La fotografía es tomada de una puesta en escena de instalaciones compuestas por objetos cotidianos, nítidamente formulados para la captura de la imagen. Más allá de la fotografía como objeto de arte, la destreza de Omar Torres en construir estos escenarios se enaltece por la posibilidad de caracterizar las emociones y los sucesos cotidianos a través de la composición de los objetos. 


Los objetos que conforman la escena tales como los libros, el agua, el papel, la madera, los cristales, las piedras, están colocados de tal modo en el que son propensos a modificar su estado en un determinado momento. Los objetos se congelan en la imagen, pero el tiempo parece no detenerse porque siempre algo está por suceder. Los objetos son la representación de la condición de las emociones que vibran en el ser y los acontecimientos por los que él transita. La fuerza, el peso, la tensión representada en ese instante, son metáforas de los sucesos de la vida misma. La vibración de los objetos es el emblema de todo acontecer.

La imagen enfatiza la capacidad humana de sentir, de detener o contener la vulnerabilidad pero también de ponderar la fortaleza humana. Cuando resulta inabarcable la sensación de vulnerabilidad despojada de toda capacidad de anticipación, previo al colapso, emerge el equilibro. El balance reflejado en los elementos que componen las escenas, se convierte en la fuerza que detiene el colapso. La fuerza es la capacidad de resistencia.  


Omar Torres, a través de la resistencia que adjudica a la composición de los objetos, resalta la capacidad humana de mantenerse erguido desde la fuerza del equilibro. De un equilibro que se da por la resistencia a la vulnerabilidad y por la destreza del hombre ante las exigencias de la existencia. De esa fuerza vital materializada en los objetos, las imágenes se convierten en el recordatorio de la necesidad inminente de resistir pero también de activar la memoria para sentir y vivir las emociones. 


Abril, 2019. 

Natalie Gama Pourdanay








Friday, February 16, 2018

Ernesto Ríos - Constelación ADN

Ernesto Rios
CONSTELACIÓN ADN 
Entretejidos


El impulso creador de Ernesto Ríos versa sobre la producción de un lenguaje derivado del entrecruzamiento de formas y trazos sobre objetos bi y tridimensionales que simulan códigos, signos y símbolos. Su trabajo parte de reconocer la capacidad humana creadora del lenguaje, en la búsqueda de un mapeo que puntualice los diferentes elementos que lo construyen.  

Aproximarse a los signos, símbolos y códigos es indagar en la necesidad básica del hombre por relacionarse con el otro. Los vínculos del lenguaje proliferan orgánicamente por el deseo de comprender, comunicar y crear. El punto de partida del lenguaje es la repetición, el entendimiento y la multiplicación colectiva de los símbolos codificados. Estos se acompañan y se comparten de un soporte significativo dado a través de acuerdos intrínsecos. Así como el lenguaje inicia con la repetición, en el arte la repetición de la línea es la marca de la diferencia y, a su vez, motor del acrecentamiento de todo lenguaje. Ernesto Ríos ha entrelazado su trabajo en sendas exposiciones (Code_of_the_forest y Constelaciones) que muestran la maduración de un proceso de integración de conjuntos, hasta gestar una constelación. 

Del mismo modo en que Ríos busca entretejer lo visual y lo cognitivo mediante el desarrollo una serie de piezas, busca producir una sucesión de exposiciones construida por la integración de la multiplicidad de ellas. Explora la creación de una constelación que, a través de puntos de conexión, propicie esquemas de comunicación. 

La idea de constelación que hila obras y conjuntos, está inspirada en la idea de interconexión, como lo es la estructura del ADN, de ahí la similitud con ésta y la organicidad de las piezas. En otros casos, Ríos da cuerpo a formas arquitectónicas o a helicoidiales que aparentan movimientos de rotación o traslación. De los laberintos cuadriculados transita a los asimétricos y curvos, origina así estructuras que por su morfología apuntan a convertirse en símbolos. La obra despierta la percepción visual y la racional, desde la experiencia del espectador ante un objeto hasta la estimulación que el fuego provoca en el juego de percepciones en un vaivén de tiempo y movimiento. Hay una conjugación de elementos en el bamboleo de impresiones que sugiere la fabricación de un bosquejo simbólico dispuesto a poseer significado.

La obra que Ríos presenta en esta exposición difiere a las anteriores en tanto a la forma, el uso de algunos materiales o a la creación de objetos a los que despoja de su función primaria para convertirlos en algo más. Pero siempre conservando la vocación de producir un lenguaje habitado por códigos. Se trata de la evolución de un proceso fundador que desborda la obra en sí misma. Se convierte en una iniciativa que aboga por la cimentación de un decir, a través de la multiplicidad de conexiones en la imagen que emergen desde la aptitud humana de crear. 

Natalie Gama Pourdanay 
Febrero 2018

Museo UPAEP, Puebla





Tuesday, February 13, 2018

Luciano Matus | Pasajes

Luciano Matus
Pasajes


El papel del conocimiento es explicar lo visible complejo por lo invisible simple.
Jean Perrin

El pensamiento complejo está animado por una tensión permanente entre la aspiración a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista, y el reconocimiento de lo inacabado e incompleto de todo conocimiento.

Edgar Morin

Luciano Matus construye y presenta una idea conformada por múltiples factores que llevan a reflexionar sobre el hombre, su relación con su entorno y su pasado. El tejido que conforma la producción artística de Luciano Matus aboca por vincular y distinguir sin separar. Matus presenta gestos de distinción que despiertan señales de pertenencia, de reconocimiento, que aluden a puntos invisibles de encuentro y que son posibles en el respiro entre la materia y el espacio. Los hace visibles porque crea nexos de identificación por su relación con una cuestión topografía, geográfica, dada por la precisión de la posición que es posible gracias a la cita experiencial con el espectador. Desde la primera experiencia, cuando se activan los sentidos, despierta en quien revisa la obra una sensación de ser y estar en un espacio para después convertirse un ambiente en el que se vinculan los nodos invisiblemente interconectados. Es una red que apela por los recuerdos, los lugares y el encuentro de sí mismo.
Luciano Matus tiene la capacidad de despertar el sentido de la razón y de lo sensible; su discurso y producción escapa a lo evidente por la destreza de provocar una reflexión contextual arraigada al reconocimiento del hombre. El trabajo de Matus otorga conocimiento porque motiva el reencuentro con el pasado, catapulta la imaginación, modifica la concepción del espacio y promueve la aparición de sensaciones desconocidas.
Aproximarse a Luciano Matus significa abrirse a buscar los diversos significados de la obra; requiere tener en cuenta la convergencia de los elementos que la hacen posible, algunos que se remiten a su trayectoria como artista, otros a su discurso, su proceso creativo y su talento; también los que refieren a cómo posiciona una exposición de arte que sacude los límites y las posibilidades de lo común. Tal es la diversidad de su obra que, más allá de aislar sus características, vale la pena proponer un mecanismo de comprensión que sepa tomar nota de la factibilidad de aterrizar ideas complejas en proyectos visuales y discursivos que no sólo apelen un sentido racional, sino que den pie a generar una relación experiencial y cognitiva dada por la interacción entre la obra y quien la percibe; he ahí su complejidad y la imposibilidad de simplificación.
La obra de Luciano Matus exige se aborde desde el pensamiento complejo, poniendo en marcha un pensamiento capaz de tratar, dialogar, y negociar con lo real. De ahí que se hable de un artista sintomático de las sociedades contemporáneas, a las que la filosofía contemporánea se refiere cuando surge un comportamiento disímil, en el cual los rasgos de conductas que dan cabida a los sentidos, en un mundo de heterogeneidades en el que es imposible determinar un pensamiento completo. Por lo tanto, hay que partir desde el principio de reconocimiento de la correspondencia constante entre lo causado y lo causante.

Más allá de una revisión de la complejidad del imaginario cognitivo del artista, la exposición Pasajes propone un recorrido por la memoria, contar historias que remitan al hombre a reflexionar sobre la confluencia y a entender que, para que exista una pregunta, una acción, un pensamiento o un acontecimiento es innegable la multiplicidad de componentes milenarios que coexisten. En este sentido, se está ante un artista contemporáneo con la destreza de percibir la heterogeneidad y la complejidad del tejido social y humano. El despojo de fronteras, el acortamiento de distancias, la rapidez y la saturación de hoy requieren situar el contexto. Así, la urgencia de encontrar nuevas nociones capaces de concebir y de comprender cómo funciona esa búsqueda permanente por comprender y encontrar una explicación. Acercarse a la obra de Luciano Matus es permitirse abrir posibilidades para comprender esa urgencia de Pasajes.

Natalie Gama Pourdanay

Febrero 2018
Museo de la Cancillería







Francisco Larios | Xochitenpayo - De la línea a la tierra


Francisco Larios

Xochitenpayo 

De la línea a la tierra

Recorrer la obra de Francisco Larios es dejarse llevar por los trazos de un replanteamiento sobre la Tierra y el lugar que ocupa el ser humano en ella. El proceso creativo de Larios está arraigado a la consciencia sobre la situación del hombre en el planeta, tiene una postura que converge en una serie de concepciones sobre la relación y el impacto del hombre con la tierra, consigo mismo y con su inherente aptitud de cuestionamiento. Larios ofrece objetos catalizadores de sensaciones capaces de evocar la cualidad del hombre de religarse a lo sagrado y de escaparse de la tangibilidad de sí mismo. 

La obra de Larios alude a los grandes jardines, que han acompañado al hombre a lo largo de los siglos, se han convertido en lugares sagrados, con una función intempestiva de reflexión, reencuentro e introspección. Xochitenpayo es el nombre náhuatl que se la da un muro verde vertical, como una muralla, al que Larios refiere para enfatizar la posibilidad que marca límites, el trazo es la pauta de la diferencia entre lo sagrado y lo profano. Si el jardín se piensa como sagrado, lugar disímil a lo profano, entendido como lo real, entonces es el espacio delimitado específicamente concebido para que el hombre se permita imaginar, idear, cuestionar, buscar más allá y niegue su propia finitud, de ahí que se vuelva un espacio sagrado.

No es coincidencia que el soporte de las obras en las que se perciben líneas en alusión a huella de cuando se divide la tierra en las parcelas, estén hechos con hoja de oro para resaltar el vínculo entre el valor y el sitio topográfico del hábitat. Una valía dada no sólo por una cuestión de ocupar, sino por un aspecto de sobrevivencia: es la tierra que provee la vida. Tampoco lo es el dibujo que distorsiona la geometría y construye formas disímiles en referencia a una cuestión política y social por la distribución desigual de las tierras. Ni que las estructuras algunas veces simétricas y muchas otras asimétricas apunten a reconocer la impronta de hombre en la naturaleza, la incuestionable y obligada relación de éste con entorno. En la obra, los trazos, los materiales, el recorrido de las líneas, los puntos de encuentro y el volumen, son la huella de un homenaje que el artista hace a la tierra con una intención de provocar el regreso a ella, a mirarla y cuidarla.

Una característica esencial del siglo XXI es la abrupta cantidad de información, objetos, alimentos y productos que han provocado, para su producción, una importante disminución y degradación de los recursos naturales. Es por ello que las condicionantes de la vida contemporánea, sobre todo, en las metrópolis, sea la distancia entre comprender cómo estamos provistos de todos esos objetos y materiales que constituyen la ciudad y la realidad de cómo las industrias funcionan para producirlos. Así, la obra de Larios toma fuerza al provocar mirar hacia atrás, hacia delante, en la búsqueda del reencuentro con el planeta, con quienes somos y fuimos. Entonces, más allá de sólo apuntar a un retorno al origen, se trata de pensar en una revisión de la postura del hombre con el planeta, consigo mismo y en cómo en nuestra historia convergen la necesidad intrínseca de la metafísica: más allá de la naturaleza.


Natalie Gama Pourdanay

Zona Maco 2018
Galería HeartEgo